Su construcción se dio a partir de un hecho milagroso, cuenta la leyenda que unos pescadores, se encontraban trabajando en las playas de Barranco, pero debido a la intensa neblina de ese día ellos se perdieron y no lograban hallar el camino de regreso hacia sus hogares; sin embargo a lo lejos observaron una luz muy fuerte, ellos creyeron que se trataba de ladrones, razón por la cual se armaron de palos y piedras. Cuando llegaron al lugar se dieron cuenta que la luz que se reflejaba venía de una cruz dibujada en el suelo. A partir de ese momento los pescadores acudían a ese lugar a rezar por su seguridad durante sus jornadas laborales.
También se dice que un panadero de nombre Caicedo, tenía a su esposa mal de salud, por lo que ambos acudían a este lugar a orar constantemente. Al cabo de un tiempo la mujer es sanada y en agradecimiento a este hecho milagroso; Caicedo, en la segunda mitad del siglo XVIII decide levantar una Ermita hecha a base de adobe y quincha. Este lugar fue edificado por el capellán Manuel de la Fuente Chávez en 1882, luego de que fuera incendiada por el Ejército chileno. En 1903 se eleva a la categoría de parroquia.
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